El impacto del fallecimiento de Joe Cocker el pasado domingo llegó a sus fieles seguidores y amantes del soul y del rock como una bala en el pecho. Fue un cáncer de pulmón lo que hizo que la gran voz británica dejase de sonar llegados los 70 años de edad.
La simbólica interpretación de With a little help from my friends, compuesta por Paul MCcartney y John Lennon, lanzó al rockero británico al estrellato,que en aquel momento llegaba a cumplir los 25 años. Dicha versión, muy aplaudida por autores y seguidores, marcó un punto de inflexión en la vida del joven británico, puesto que además de suponer una de las actuaciones icónicas del festival emblemático Woodstock en 1969, le hizo descubrir su gran talento por reinventar e interpretar composiciones ajenas.
Fue en los clubes de Sheffield, la ciudad que lo vio crecer, donde el artista inició sus primeros pasos en la industria musical. A día de hoy, el cantante residía junto a su segunda esposa Pam, en su rancho de Colorado, en Estados Unidos.
Con 12 años, Cocker subió por primera vez a un escenario junto a la banda de su hermano, en la que colaboró como batería. Más tarde, el mismo formó bandas como los Avengers, teloneros de los Rolling Stones en Sheffield en 1963. Un año después firmaba por vez primera el primero de su veintena de álbumes en solitario.
Unido a la industria cinematográfica después del rodaje de Mad Dogsand Englishmen, llegó a adentrase en la pantalla grande gracias a varias producciones como Oficial y caballero, donde llegó a interpretar junto a Jennifer Warnes Up where I belong , con la que lograron ganar un Grammy y un Oscar en el 1983. Sin embargo, le recordaréis más por la pegadiza melodia You can Leave your Hat on, escrita por Randy Newman, que sonaba en la escena erótica protagonizada por Kim Bassinger ante Mickey Rourke en Nueve semanas y media, convirtiéndose en una de las canciones más reconocidas entre los adolescentes de los 80. Después de conocer la noticia, las redes se abarrotaron de alagos hacia el artista. Paul McCartney dijo que estaría “para siempre agradecido” de Cocker por transformar el tema de Sgt. Pepper’s en todo un “himno del soul”. “Fue sin duda alguna la mayor voz de rock y soul que nunca dio el Reino Unido", reconocía su agente y representante Berrie Marshall a la cadena BBC.
En 2007, la reina de Inglaterra le otorgaba la medalla que le acreditaba como Oficial del Imperio Británico por sus grandes aportaciones a la música, todo un orgullo para sus seguidores. Llegados el 2012, la voz volcánica publicaba el que seria su último álbum de estudio Fire It Up. Los más afortunados pudieron presenciar su última actuación en el Hammersmith Apollo londinense que tuvo lugar el año pasado, y que puso fin a la gira por varios países del continente europeo.
Por todo lo que ha aportado a la industria musical y en concreto al rock y al blues, sus más fieles seguidores siempre le recordarán. Desde este domingo, el cielo ya cuenta con una estrella más.
Marina Vargas Tur
